
“¿ Por qué pone Tokio 2020 cuándo estamos en 2021?” Esta pregunta tiene una respuesta larga y elaborada que habla sobre merchadisings, logotipos y todo tipo de derechos de imagen. La respuesta corta es “por la pasta”. El COI lo ha disfrazado de espíritu olímpico, de lo bueno que es mantener las tradiciones y que en definitiva, que como es la primera vez que se retrasan unos juegos cualquier cosa que hagan esta bien hecha. Ellos jamás hablan del dinero, aunque todo el sentido de que se estén celebrando estos juegos tiene única y exclusivamente razón desde el punto de vista monetario.
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 no se celebraron cuando tocaba, es decir, a finales de julio de 2020 debido a una de las peores pandemias de toda nuestra historia, la provocada por el COVID 19. Era impensable celebrar unos juegos en esas condiciones a pesar de que el COI intentó hasta el último momento evitar su cancelación, mirando todo el rato hacía otro lado como si no pasara nada. Pero la pesadilla en la que se convirtió nuestras vidas hizo imposible negar la mayor, que ni los juegos ni una gran cantidad de eventos se podrían celebrar en esas condiciones. En algunas competiciones, como la Champions League o la NBA se buscaron soluciones de emergencia que consistían en crear burbujas alrededor de los deportistas y olvidarse de la existencia de público a los eventos. Pero esto en unos juegos en algo sumamente complicado de hacer porque el número de atletas implicado es altísimo (más de 11.000) y los eventos no se concentran en una única sede, ya que suelen estar dispersos por todo el país organizador.
Los juegos fueron cancelados y se decidió que se celebrarían al año siguiente, porque seguramente la situación a nivel sanitario habría mejorado y se podría meter público y todo sería como antes. Y sí, la situación es mucho mejor que hace un año porque ahora tenemos las vacunas, algo de que lo entonces no teníamos ni idea de cuando iba a llegar. Pero el virus sigue libre y rampante por todo el mundo y los contagios siguen sucediéndose día tras día. Estamos algo mejor, sin duda, pero todavía queda un largo camino que recorrer, un camino enorme. Así que lo del público sigue siendo algo imposible en un evento de estas magnitudes. Traer a tu país cientos de miles de personas venidas de todos los lugares del mundo no parece la mejor idea del mundo. Y no se ha hecho. Pero sin toda esta gente, ¿los juegos tienes sentido? Pues sí y no. Pero mayormente no.

En Japón la mayoría de la población no quería que se celebrarán estos juegos (en torno al 82% según algunas encuestas). Es fácil comprender la razón, en medio de la situación que estamos no es el momento idóneo para celebrar unos juegos. Lo mejor hubiera sido dejarlo pasar hasta el siguiente turno en 2024, donde seguramente ya estaremos en otro contexto mundial muy diferente. Pero claro, entre que a París no se los puedes quitar porque ya han metido muchas pasta y que en Tokio también llevan gastado lo suyo… ¿cómo los vas a cancelar? Porque esta el tema de los contratos televisivo, donde da igual si hay publico o no en el estadio. Y ese dinero es sagrado y es el que manda. Así que gracias a la sacro santa televisión los juegos se han celebrado sí o sí. Por el espíritu olímpico, claro.
Esto nos ha llevado a una de las ceremonias de inauguración más triste de toda la historia. Triste tanto por su contenido, como por su continente. En la ceremonia de clausura de Rio 2016 todos nos creamos nuestras propias expectativas al ver a Mario Bros formar parte de lo que estaba por venir. Era fácil imaginarse unos juegos marcados por los videojuegos, el anime o los mecha gigantes. Cada uno se creó su propia fantasía con la esperanza de que los japoneses fueran capaces de incluso ir más allá de nuestros sueños más locos. Las expectativas no es que fueran altas, es que eran estratosféricas. Y en Tokio han ido justo en la dirección contraria. Una ceremonia sencilla, sobria, llena de mucho sentimiento y con un discreto despliegue tecnológico. Ha sido algo muy lejos de lo que cualquiera podía esperar y es que da la impresión que los japoneses han hecho todo esto por compromiso y con muy pocas ganas. Tienen un contrato con el COI y lo van a cumplir, pero más que por obligación que otra cosa, porque por ellos, lo hubieran cancelado todo hace mucho tiempo.

Yo este año estoy un poco como los japoneses. Mi excitación por los juegos se diluye cada vez que veo esas gradas completamente vacías. Y que no estamos en 2020, que es cuando tocaba. Parece una tonteria, pero celebrar una competición cuando no toca es antinatural y lo desvirtua todo. No había otra, así es la vida, pero esta todo como fuera de sitio y cuesta afrontar los juegos con la misma ilusión que otros años. En esta ocasión no habrá textos diarios siguiendo los juegos pero si alguno suelto comentado alguno de los aspectos más llamativos Son unos juegos tristes para todo y cuesta bastante verles el lado bueno.





















La selección masculina de baloncesto destrozó a la selección francesa. Así, sin más, destrucción de principio a fin. El 92-67 final dice muy a las claras lo que pasó en la pista. Casi no hace falta ni decir más. Pero sí, vamos a contar algunas cosillas.
Lo de Bruno Hortelano no pudo ser. Y no pudo ser porque en este momento es prácticamente imposible que se clasifique para una final en la que tendría que haber batido otra vez su récord de España por más de 4 centésimas para meterse. Y eso en 200 metros son muchas centésimas. Que en un futuro no muy lejano va a hacer eso y más, no tengo la menor duda. Pero se le esta pidiendo demasiado a un atleta que aún le queda una progresión muy grande y que acaba de llegar a la elite. Va a ser una estrella del deporte en los años venideros, pero por ahora, paso a paso. Que ya es campeón de Europa, ojo, pero medirse con todos los velocistas finales es otra historia.
Ya empezamos a tener españoles en Taekwondo. Nuestra primera opción fue Jesús Tortosa que fracasó en su primer combate. Pero como en este deporte, si tu rival llega a la final te meten en una repesca para el bronce, a la repesca fuimos. Y ganó el primer combate lo que le metía en el duelo por la medalla de bronce, que perdió por la mínima (6-5). Que rabia, después de esperar varias horas para saber si estas eliminado o puedes luchar por una medalla, te ahogas justo en la orilla. Bueno, mañana tenemos a Joel, medallista de oro en Londres y Eva Calvo, que también tiene sus títulos en diversos campeonatos. A ver que tal se nos da.



Primero fueron las guerreras del balonmano contra Francia. Rápidamente empezamos a marcar distancias en el marcador gracias a una pletórica Silvia Navarro que se convirtió una vez más en el muro que lo detenía todo. Llegamos a la primera parte con un esperanzador 12-5 que fuimos dilapidando en la segunda parte hasta llegar al empate final a 23 goles. Una cosa es que Silvia lo pare todo y otra que dejemos a las francesas tirar una infinidad de veces a puerta. 14 paradas son muchas paradas, pero 38 tiros son demasiados. Así que nos fuimos a la prorroga donde las francesas aprovecharon la primera que tuvieron para ponerse por delante y hacernos ir a remolque todo el rato. A falta de 35 segundos metíamos un penalti y nos quedábamos a un solo gol. Una perdida de las francesas nos dio la ultima oportunidad de gol. A falta de 6 segundos Nerea Pena se plantó delante de la portera, estiró el brazo con una fuerza endiablada y… ¡palo! ¡Cuanta crueldad para nuestras chicas! ¡Cómo se no escapa un partido así!
En el momento que se producía el tiro al palo de Nerea, las chicas del baloncesto iban perdiendo contra Turquía. 8 puntos de diferencia a 6 minutos del final, una diferencia bastante grande y que nos hacia temer que la maldición de cuartos se iba a cumplir en todas nuestras escuadras. Pero las nuestras no se pusieron nerviosas en ningún momento, aún queda tiempo, aún queda tiempo. Así que se pusieron el mono de trabajo y poco a poco fueron recortando puntos. A falta de 1:10 llegó el empate y a falta de 36 segundos nos poníamos dos puntos por delante, ¡ya era nuestro! Pero una inoportuna perdida de balón hizo que las turcas nos volvieran a empatar a falta de tan solo 4 segundos. La siguiente jugada es mágica: Anna Cruz recibe el saque, se recorre toda la pista y cuando ve que el tiempo llega a 0 se levanta y encesta. Todo el equipo salta a celebrarlo pero ella intenta mantener la calma ya que los árbitros quieren revisar si la bola entró en tiempo. No tardan mucho en tomar la decisión: la canasta es valida. Y con ese gran momento final, la selección femenina de baloncesto se convierte en el primero de nuestros combinados en llegar a una semifinal. Esperemos que mañana los chicos no nos fallen.
En Badminton Carolina jugaba los cuartos contra una coreana y ella no podía caer en cuartos, ¡ella no! Pero Carolina tiene entre ceja y ceja la medalla de oro y se toma todos los partidos como si fuera la final más importante de su vida. Salta a la pista con una concentración y una mirada capaz de fulminar a sus contrincantes. No es por eso de extrañar que durante todo el partido la coreana tuviera una cara de miedo que no hacía mas que expresar pura desesperación ante la imposibilidad de ganarle el partido a Carolina. Nuestra campeona no la dio ninguna opción de hacerse con el título. No hubo partido tal era la superioridad de nuestra Carolina. Victoria aplastante y a las semis, que pase la siguiente que se la tiene que merendar con patatas. Nuestra Carolina es impresionante, es una de esas deportistas destinadas a marcar una época.
Nos jugábamos la vida contra Argentina en baloncesto. Ganar o irnos a casa. Pero como paso contra Lituania, pusimos el turbo desde el primer minuto del partido y rápidamente nos pusimos con una cómoda distancia en el marcador. Durante todo el partido estuvimos a una distancia de 10 puntos o más, así que en ningún momento se vio peligrar la clasificación. Parece que la selección por fin tiene el estado de forma que todos le presuponíamos desde antes de empezar los juegos, pero tenemos dos serios problemas. El primero se llama Francia en el cruce de octavos, que va a ser un rival muy duro. Y el segundo y mucho más importante se llama Estados Unidos en semifinales. Que sí, que a lo mejor nos sale el día perfecto y lo metemos todos y pasamos a la historia del baloncesto. Pero si me dan a elegir, jamás Estados Unidos en semifinales. Si hubiéramos hecho los deberes un poco antes habríamos pasado como primeros de grupo y hubiéramos evitado al peor rival posible de todos. Ahora ya no hay más remedio y nos toca bailar con las más feas. Va a estar muy chungo, pero bueno, ahora mismo vamos a por el bronce o por el oro, la plata ya ni tiene sentido.
En hockey hierba femenino pasó lo que todos temíamos que iba a pasar, Gran Bretaña nos ha pintado la cara pero bien pintada. Bueno, hemos llegado a cuartos así que tenemos nuestro diploma que no es poca cosa. Pensándolo bien era casi imposible llegar más lejos ya que nuestra selección no se clasificó para acudir a los juegos y consiguió su plaza gracias a la renuncia de Sudafrica. Así que hemos llegado todos los lejos que hemos podido. No sé como calificar esto… ni bueno, ni malo, ¿regulero?
Cambiamos a la natación sincronizada.

Pero nada de tristeza, Rafa ha realizado una competición absolutamente épica, muriendo en cada partido y dando todo lo que tenía dentro. No se le puede poner un solo pero a la actuación del mallorquín que nos ha hecho vivir unos momentos absolutamente espectaculares tanto en la victoria como en la derrota. Rafa se ha dejado la piel en la pista un total de 22 horas y 43 minutos en sólo 8 días. Ha ganado una medalla de oro y ha luchado hasta la extenuación en el cuadro individual. Es imposible no ser de Rafa en este momento. ¡Grande Rafa!
Nos vamos a las aguas en donde por fin se ha resuelto el misterio del agua verde: la típica liada parda. Alguien echó agua oxigenada en las piscinas que es algo que se utiliza normalmente para limpiar pero que no se puede usar en conjunción con el cloro ya que lo neutraliza. Vamos, que fue una liada de productos químicos, filtros y depuradoras. Hasta ahora habían podido tirar adelante porque el agua no mataba, pero justo hoy empezaban las pruebas de natación sincronizada y los jueces necesitaban ver debajo del agua para poder puntuar correctamente a las participantes. Así que han tenido que montar un dispositivo de urgencia y empezar a trasladar agua de las piscinas de calentamiento que están limpias a ver si así logran aclararlas lo máximo posible. En fin, otra de las chapuzas más de un Río bastante desastroso en cuanto a instalaciones.
En hockey hierba masculino tuvimos una amarga derrota que no deja fuera de la competición. La derrota no pudo ser más cruel. Todo el partido con un 0-1 en contra que logramos empatar en el minuto 56 de partido por lo que nos iríamos a la prorroga. Pero un penalti stroke (discutible según la nacionalidad de quien lo comente) en el último minuto nos borro cualquier esperanza de un golpe. Otro deporte más en los que nos quedamos fuera en cuartos. Es nuestra maldición.


Por fin despertamos en baloncesto masculino y nos merendamos sin demasiado esfuerzo a Lituania por un abultado 109-59. Funciono todo, lo metimos todo, lo bloqueamos todo, lo hicimos todo de todo de todo. Llegado un momento lógicamente Lituania se dejó ir, pero eso no quita que les destrozamos de principio a fin. ¿Se habrá puesto por fin el equipo a punto? ¿Habrá cogido la forma que necesita para la competición? Lo sabremos en el siguiente partido contra Argentina, que es a vida o muerte. Y ojo que Argentina ha demostrado que tiene cuerda para rato y que nos lo va a poner todo lo complicado que se pueda. Ese partido es el punto de inflexión, sin lugar a dudas. O nos vamos fuera o a por medallas.
En voley playa masculino, la pareja formada por Pablo Herrera y Adrián Gavira sufrió la misma suerte que las féminas. Octavos de final y derrota sin paliativos por 2 sets a 0 contra una pareja brasileña. Que rabia da haberse marcado una fase tan buena de grupos, haberla peleado tanto y caer en el primer cruce. Se acabó el voley playa para nosotros. Nos ha dado buenos momentos pero nos ha dejado bastante fríos en los momentos decisivos.
Carolina Marín ya ha iniciado su camino hacía la medalla y tras ganar sus dos encuentros de la fase de grupos ya se encuentra en cuartos de final. El sistema de clasificación de esta competición 