Eurocopa de Portugal 2004. España hace el ridículo al caer eliminado en fase de grupos ante unos rivales de chiste: Rusia, Grecia y la anfitriona Portugal. Como siempre eramos favorito y como siempre nos volvíamos a casa antes de tiempo con el rabo entre las piernas. Pero sorpresas del destino, esas dos selecciones tan flojas a las que no pudimos derrotar iban pasando rondas hasta plantarse en la final. Portugal – Grecia, la final mas inimaginable posible. Más sorprendente aún fue el ganador del torneo ya que era la peor selección de todas. Con su fútbol ultradefensivo, rácano y sin salir de su área fueron superando partidos por la mínima hasta acabar con una copa que no se merecían en las vitrinas. En esa Eurocopa ganó el antifutbol y el resultadismo. Fue horrible y Grecia ha quedado como uno de esos ganadores extraños que se dan de vez en cuando en la historia: como un autentico villano.
Pues esta Eurocopa ha estado muy cerca de aquella, pero mucho. Porque ganó Portugal, uno de los equipos más miserables de todo el torneo. Tanto que solo ha sabido ganar un partido dentro de los 90 minutos reglamentarios. Los 6 restantes acabaron todos en empate y hubo que jugar prorrogas e incluso una tanda de penaltis para dirimirlos. Como aquella Grecia, esta Portugal no jugó a nada. Todos atrás, con mucho orden, con una defensa bien armada y a esperar a que se les apareciera la virgen en las botas de Cristiano Ronaldo. Y de una manera o de otra, fueron superando todos los partidos con más pena que gloria. La superestrella del equipo apareció muy poco, solo justo y necesario. No necesitaron mucho mas, lo fiaron todo a una defensa extraordinaria. No es que el otro finalista, Francia, fuera muchísimo mejor que su rival, pero al menos tenía algo de más de actitud ofensiva. Vamos, que se notaba que quería ganar la competición, no en vano la jugaban en su casa. Portugal, pues la ganó sí, pero viendo su juego parecía que ni la querían ni iban a pelear por conseguirla, pero al final la copa es suya.
Eurocopa muy rácana, muy triste y con un fútbol bastante lamentable en líneas generales. Es lo que tiene traer más equipos, que baja bastante la calidad media de la competición. Y ha bajado pero mucho, hasta unos niveles totalmente infumables. Como aquella Eurocopa del 2004 a esta la costara pasar a la historia. Para los portugueses sera su momento más álgido, ya que es su único título grande como selección. Para el resto del mundo, pues otro torneo de verano más y gracias. Y dentro de cuatro años otro invento de la Uefa ya que para celebrar el aniversario de la competición se va a realizar por múltiples países de Europa, y a saber en que resulta eso. Muchos partidos, poco fútbol, para olvidar rápido. Adiós Eurocopa del 2016, no fue bonito mientras duró.