Durante la vida de una persona hay verdades inmutables, como que la gravedad hace que te caigas al suelo o y que el número de planetas del sistema solar son nueve. Luego se podrán reunir un grupo de sabios tocapelotas y decir que no, que en realidad solo hay ocho planetas. Pero eso no borra a Plutón de los mapas estelares, que seguirá estando por siempre jamás en nuestroscorazoncitos.
Otras de esas verdades inmutables versaba sobre el fútbol y la selección española: nunca ganamos nada. Está esa Eurocopa del 64, ganada en el Bernabeu y con Franco en el palco, todo muy sospechoso la verdad. Encima en el Nodo tuvieron que trucar el gol, echadle un vistazo al vídeo. Pero eso de que los rusos tuvieran el vídeo bueno y no nosotros suena a chamusquina, ¿eh?
También esta la medalla de oro conseguida en las olimpiadas de Barcelona. Vaya, otra vez en casa y con el equipo que se manda a las olimpiadas, que es como el sub21 con dos o tres parches. Y a la misma hora se jugaba la selección de hockey hierba femenino la medalla de oro que también gano. Y el hecho de meter a dos deportes tan distintos en el mismo párrafo es indicativo de que no era el gran título que esperábamos.
O Eurocopa o Mundial, todo lo demás se agradece, pero no es lo mismo. A partir de ese argumento giraba mi vida y la de muchos españolitos. La de horas que me habré tirado discutiendo las posibles causas de cada fracaso, rememorando cada error garrafal, recordando cada tanda de penaltis fatídica. Años y años de reunir argumentos, de contrastar hechos, de saberse de pe a pa los nombres de Cardeñosa, Arconada, Eloy, Julio Salinas o Al Gandur. Era algo adquirido a los largos de muchos años de decepciones y cada dos años era el tema estrella a sacar en cualquier conversación.
Pero van y ganan. Y entonces, todo deja de tener sentido, hablar de mal fario empieza a resultar absurdo y el nunca ganamos nada queda como algo del pasado. A partir de ahora hay que cambiar el chip y empezar a hablar de una selección triun… fa… no me sale. Y hay que decir que podemos gan… gan… gan… Maldita sea, es imposible. Y encima ahora mis hijos creceran pensando que su selección es la mejor del mundo y hasta gana campeonatos y todos. Otra brecha generacional que se abrirá entre nosotros.
Primero fue el vídeo beta, luego el LP y ahora la selección española, ¿qué sera lo siguiente? Es duro hacerse viejo y que las cosas dejen de ser inmutables. Maldita sea, ¿por qué habéis ganado?