Jornada bastante agridulce, con muy buenas noticias y con bastantes resultados decepcionantes. ¿Qué deberíamos ponderar más en una balanza? Ganar un oro y un bronce compensa todos los sinsabores del día, pero ver como caen los nuestros uno tras otro da una rabia tremenda. Repasemos el día que ha empezado de la mejor forma posible.
A las 7:30 de la mañana comenzaba la prueba de Maratón de marcha relevo mixto. Es decir, correr un maratón haciendo marcha con una pareja mixta… vaya, si el propio título de la prueba lo explica todo. Los favoritos indiscutibles eran la pareja española bicampeona del mundo formada por Marta Pérez y Álvaro Martín, que ganaron plata y bronce en sus respectivas pruebas individuales. El primer relevo lo realizó Álvaro, manteniéndose en el grupo de cabeza sin ningún tipo de problemas. En el segundo relevo Marta se mantuvo en el mismo grupo sin problema, se les veía a los dos fuertísimos. En el tercer relevo tras un amago de otros equipos, quedaron solo en cabeza el español y el ecuatoriano que había ganado el oro individual. Parecía más rápido el rival, pero claro, había trampa, no estaba haciendo marcha y le sacaron dos paletas rojas que con una más te plantan 3 minutos de sanción. Y a partir de ese momento, empezó a reducir la marcha, Álvaro le sacó unos pocos segundos y en el relevo Marta remató la faena. La ecuatoriana prefirió guardar la plata a arriesgarse a perderlo todo y los últimos 10 kilómetros fueron un paseo triunfal para la marchadora española. Oro totalmente incontestable y merecidísimo, porque la pareja española junta es demasiado poderosa para unos Juegos Olímpicos. Esta era una de las medallas esperadas pero no por ello se disfruta menos. Grandísimos nuestros marchadores, siempre al quite de salvar los muebles al resto de la delegación de atletismo.
La siguiente competición donde se jugaban los muebles (a estos altura de juegos, ya se juega algo serio siempre) era el balonmano masculino donde en cuartos se enfrentaban a Egipto, que aunque no sea una potencia mundial, es uno de los oponentes más duros que nos podía tocar. Este deporte pone de los nervios a cualquiera y ver este partido es para destrozarlos. El equipo español fue casi todo el partido por detrás del marcador y parecía que la derrota era segura porque estaban jugando muy mal. El partido se decidió en el último minuto donde a falta de 30 segundos lograron el empate que llevó el partido a la prórroga. En ella los mismos nervios y la misma igualdad, hasta que por un milagro nos pitaron un siete metros bastante dudoso y es que al parecer en este deporte los árbitros nos odian a muerte… o les echamos la culpa cuando perdemos, lo que os apetezca. Una parada maravillosa del portero español en el último segundo les dio la victoria y el paso a semifinales, donde toca un hueso durísimo de roer, Alemania.
El taekwondo empezó en la jornada de hoy y… ¡todo mal! Que rabia, de verdad, con las esperanzas que teníamos aqui puestas. Tanto Adriana Cerezo como Adrian Vicente caían en su segundo combate y de manera bastante merecida. La primera no tuvo más oportunidades porque para clasificarse para la repesca su rival tenía que llegar a la final y no sucedió, ¡qué lástima! Adrian tuvo más suerte y sí se clasificó para ella, pero en el combate por el bronce… horroroso, su rival le dió por todos lados. Madre mía, fue terrible, terrible. A ver si en la siguiente jornada sacamos algo, porque hoy ha sido un espanto.
A la hora de comer llegaron los peores sinsabores del día. Tanto en waterpolo masculino como en baloncesto femenino habían acabado en primera posición en sus fases de grupos, por lo que en teoría les tenían que haber tocado rivales muy fáciles en los cruces. Pero resulta que no, Croacia para el waterpolo y Bélgica para el baloncesto, no podíamos tener peor suerte. Y por desgracia pasó lo que tenía que pasar en los dos encuentros. Todo el rato por detrás del marcador, a remolque, impotentes ante la situación y sin poder plantar cara en todo el partido. Los dos partidos jugándose casi a la vez y los dos siendo totalmente decepcionantes. Se me llevaron los demonios viendo las derrotas una detrás de otra.
Y como no hay dos derrotas sin tres en voley playa, cuartos para las parejas masculina y femenina y contra ese muro nos matamos. Ni Pablo Herrera con Adrían Gavira pudieron contra una pareja noruega, ni Daniela Alvarez con Tania Morena pudieron vencer contra las canadienses. En ambos partidos derrotas por 2-0 sin discusión, simplemente sus rivales eran mejores. En fin, aquí simplemente se trataba de llegar lo más lejos posible y sendos diplomas olímpicos no son un mal botín.
Para quitarnos tan mal sabor de boca, la natación artística (que antes se llamaba sincronizada) nos dió una alegría de bronce. Es un poco anticlimático este deporte, porque la medalla de oro estaba decidida prácticamente antes de saltar a la piscina. Las chinas arrasaron en las tres pruebas que componen esta modalidad. Las nuestras el primer día lo hicieron de lujo y se pusieron segundas, pero el segundo día cometieron un error que les hizo perder una posición en el podio. El tercer día lograron volver a su nivel pero era ya imposible remontar la diferencia de puntos, así que medalla de bronce. Es una pasada lo que hacen pero es tan complicado ganar posiciones a sus rivales que resulta muy frustrante. Sea como sea, un gran bronce. Llevaban 12 años sin ganar medalla a pesar de todo el esfuerzo realizado durante todo este tiempo.
La jornada para los nuestros acababa con boxeo, Ayoud Ghadfa contra una mala bestia francesa en la categoría de mayor peso, +92 kilos. Lo que pasa que el español es enorme, una auténtica mole que impone un respeto encima del ring brutal. El combate fue dominado durante todo momento por nuestro representante, muy serio, manteniendo bien la distancia y metiendo golpes claros en la cara de su rival. El combate estaba prácticamente ganado pero en el tercer asalto un susto, el rival acertaba un golpe y tiraba al español que para demostrar que no se había hecho nada se levantó pegando un salto como si fuera un karateka. Al final, victoria por decisión unánime de Ayoud Ghadfa y el sábado luchará por el oro. Y si combate como lo ha hecho hasta ahora se lo tiene que llevar seguro.
Recuento total de medallas. 2 oros, 3 platas, 6 bronces, 2 por determinar. Parece ya claro que superar la cifra de Barcelona va a ser casi imposible, pero bueno, hasta el final hay que intentarlo.