Últimas jornadas de competición y aunque España aún tenía que disputar dos finales y un partido por el bronce, la sensación de fin de fiesta era abrumadora. La decepción por no haber superado las medallas de Barcelona era evidente por parte de todos los medios que han seguido a nuestra delegación y en vez de narrar los eventos del día se dedicaron a hacer todo tipo de análisis y a buscar culpables entre organismos, federaciones y atletas. Ese análisis vamos a dejarlo para cuando terminen realmente los juegos, porque ahora toca narrar las últimas competiciones del día porque aunque fueron pocas.
Quedaban aún pruebas de piragüismo por disputar y aunque se esperaba bastante más por desgracia no terminó cayendo ninguna medalla, quedándose a las puertas con un cuarto puesto. Me ha parecido tan numerosa la cantidad de pruebas que se han disputado en estos juegos que por curiosidad he mirado cuantos deportistas teníamos y si no me han salido mal las cuentas son 25 más 5 del piragüismo slalom. Si quitamos las pruebas de equipos es el segundo deporte donde más representantes hemos enviado, no me extraña tener la sensación de estar viendo españoles constantemente en todas estas pruebas. Lo dicho, se esperaba un poco más y aunque no es mal botín el conseguido, 3 medallas, queda esa sensación de que se podría haber logrado bastante más.
Primera final del día, waterpolo femenino contra Australia. Favoritas indiscutibles por haber realizado un gran torneo hasta el momento y por un estado de forma magnífico. Este equipo sí que llegaba totalmente a tope a los días decisivos de los juegos. El partido estuvo todo el rato bastante igualado, como corresponde a una final. El primer cuarto terminó en empate y en el segundo se impusieron las defensas, logrando únicamente un gol la selección española, una ventaja mínima pero muy importante para el resto del partido. Esa diferencia le sirvió a España para llevar el resto del partido con mano firme y tener a raya a su rival. Se jugaba con cabeza, se realizaban buenas jugadas y poco a poco las nuestras se distanciaron en el marcador. Se mantuvo la distancia al final, dando la cara en todo momento, controlando el partido y con una gran superioridad. Resultado final 11-9 a favor de España y una medalla de oro gloriosa que se llevaba varios juegos persiguiendo. Esto ha sido el trabajo de muchísimos años y de un trabajo fenomenal por parte del equipo. Enhorabuena por esta victoria tan merecida y tan esperada.
El resto del día transcurrió para los nuestros de una manera más reposada, ciclismo en pista, un octavo puesto, natación artística, un séptimo, lanzamiento de jabalina, un sexto, 5000 metros, puesto quince… Y la final de los 1500 femeninos, donde Agueda Marqués volvió a dar la cara como nadie. Nada más empezar la prueba, las líderes se lanzaron a correr a ritmo de récord del mundo y Agueda decidió quedarse atrás porque aquel ritmo no era lo suyo. Estuvo siempre ocupando las últimas posiciones hasta finalmente tras un pequeño acelerón quedar en la penúltima posición. ¿Decepción? Para nada, había vuelto a batir una vez más su marca personal. No todo es siempre ganar medalla sino dejarlo todo en la pista y nuestra corredora lo ha logrado con creces. ¡Grandísima!
Por la noche hubo dos grandes eventos. El primero era la final del baloncesto masculino entre USA y Francia. El partido estuvo menos disputado que la semifinal, con los USA siempre por delante, pero que espectáculo. Sin duda han sido los partidos más divertidos de seguir, jugando para ganar pero siempre disfrutando y haciendo que los espectadores se lo pasarán bien. El final del partido fue espectacular ya que los franceses estuvieron a punto de acercarse en el marcador y justo ese momento surgió la superestrella del equipo, que mira que tienen estrellas, Stephen Curry para cascarse cuatro triples consecutivos cada uno mejor que el anterior. En fin, que gozada de selección y que maravilla poderlos haber visto.
El otro punto culminante del día era la final de boxeo de más de 92 kilos donde nuestro representante Ayoub Ghadfa se enfrentaba a un gigante uzbeko que parecía salido directamente de Juego de Tronos y que tiene un récord profesional de 14-0. Me gustaría decir que no fue una paliza, pero lo fue sin discusión alguna ya que el gigante se movía demasiado bien, no dejaba acercarse y arreaba unos puñetazos de órdago. Vamos, imposible hacer nada. Plata bien merecida para nuestro representante que ha hecho unos combates extraordinarios hasta llegar a este, que era directamente fuera de categoría.
En la mañana del domingo, último día de los juegos, nos jugábamos el bronce en balonmano masculino ante Eslovenia. Esa medalla era importantísima para superar los últimos juegos, así que aunque fuera a una hora un poco canalla, las 9 de la mañana de un domingo, había que estar a muerte con ella. El partido fue el típico de balonmano que te pone hasta los nervios porque cada jugada parece el fin del mundo. El encuentro estuvo empatado en todo momento, llegando al minuto 55 con 21 iguales en el marcador. En el minuto 58 aventajaban por uno a nuestros rivales y los jugadores españoles se dejaron todo en la cancha para hacer válida esa ventaja. Tras un final de infarto, con tiro final de los eslovenos y paradón, la última medalla subió al palmarés español. 18 medallas como 18 soles, 5 oros, 4 platas y 9 bronces. Y 51 diplomas olímpicos,
Y se acabó. Aunque aún se jugó alguna competición, como el quinto puesto del waterpolo masculino, que perdimos quedando finalmente sextos y la extraña prueba del pentatlón moderno, con una posición bastante discreta. En los próximos juegos van a eliminar la parte de la hípica, menos mal.
Pues esto se ha acabado. En el siguiente post, un resumen y una reflexión de cómo han sido estos juegos.