Alguna sonrisa y muchas lágrimas

Tocaba levantarse pronto para ser un domingo, a las 9:30 de la mañana. Algunos a esa hora ya se han tomado su ración de churros, otros estamos aún en el tercer sueño. Carolina Marín se jugaba el pase a la final de bádminton frente a una rival china que tenía peor ranking que ella, por lo que nuestra representante era la favorita. El partido iba sobre ruedas, Carolina se sentía mejor que nunca, estaba jugando a una velocidad infernal y su rival no hacía que jadear y sudar por los cuatro costados. El primer set cayó del lado de la española sin ningún tipo de contestación por parte de su rival y el segundo set iba por el mismo camino. El camino hacía la final estaba prácticamente despejado y el estado de forma de Carolina hacía soñar con el oro. Pero cuando iba ganando por 10-6, un salto para alcanzar el volante le hizo sufrir una mala caída que le destrozó la rodilla. Carolina se echó al suelo destrozada porque temía lo peor. Tras unos momentos de incertidumbre y mucha preocupación, se levantó y decidida a no retirarse se puso una rodillera y regresó a la pista para intentar cerrar el partido ya que la victoria suponía al menos la plata. Tras disputar dos puntos y ver que la rodilla no respondía, Carolina se derrumbó. Se acabó París para ella y depende que se haya lesionado exactamente en la rodilla, puede que también su carrera.


Que angustia de escena, que panorama más desolador, que desgracia más grande para una deportista. Todo el pabellón se encontraba totalmente compungido y su rival no hacía más que preocuparse por ella. Pero así es el deporte. En un momento estás a punto de estar en lo más alto y al siguiente sufres el más cruel de los infiernos.
Carolina Marín es y será siempre una grande del deporte español. Ha triunfado en algo que era totalmente desconocido en este país y ha logrado que fuera televisado en las cadenas nacionales y que lo siguiéramos miles de españoles. Ha tenido una carrera excepcional y la deseo la mejor de las suertes tanto si desea seguir como si lo deja. Sea como sea, gracias por todo Carolina.

Después de la peor forma posible de empezar el día, venía el partido por el bronce de Cristina Bucsa y Sarra Sorribes en tenis. Que gran diferencia del anterior partido de semifinales donde se vio a las nuestras muy agarrotadas y sin saber que hacer exactamente para vencer a sus rivales. Hoy era otro mundo, se las veía muy relajadas, con muy buena sintonía entre ambas y con ganas de jugar al tenis. El partido por la medalla no tuvo mucha historia, doble 6-2 en una hora y quince minutos, donde las nuestras se hicieron con un merecido bronce por el que han luchado durante toda la competición. ¡Enhorabuena! Es una pena que hayan tenido menos atención mediática que otros de nuestros deportistas, pero es lo que hay. Además, esta era una de las medallas con las que no se contaba, así que sienta el doble de bien.

La otra cara de la moneda fue Alcaraz. La esperada final con Djokovic no fue todo lo buena que se esperaba, quizá porque es más divertido que estos dos se enfrenten a 5 sets. El partido estuvo tremendamente igualado, tanto que ninguno de los dos cedió un solo break y el partido se decidió en sendos tie-breaks. El partido se decidió en pequeños detalles y podemos decir que Alcaraz estuvo de 9,99, pero el problema es que Djokovic estuvo de 10. En los momentos decisivos fue mucho más certero y eso supuso toda la diferencia. Oro olímpico merecido para coronar la carrera del tenista con más títulos de la historia. Alcaraz se tuvo que conformar con la plata, pero aún le quedan muchos juegos por delante y seguro que tarde o temprano nos terminará dando el oro. Aún así, gran competición, nunca hay que despreciar una plata.

En hockey hierba masculino menuda sorpresa que nos ha dado nuestra selección. Se enfrentaban en cuartos frente a la actual campeona olímpica, Bélgica, y ni eran favoritos ni se esperaba absolutamente nada. España hizo un partido muy serio, muy ordenado, muy a cara de perro y de tú a tú con su rival llegando al descanso con empate a cero. En los dos cuartos restantes nos adelantamos hasta en dos ocasiones para llevarnos el triunfo final por un 3-2 totalmente inesperado que nos ha metido en semifinales, donde esta selección ha demostrado que puede llegar a todo.

En boxeo teníamos a Enmanuel Reyes en el combate de semifinales en el peso de 92 kilos y realmente no he entendido nada de lo que ha pasado. Este es uno de esos deportes que depende de la puntuación de los jueces y pasa que tu estas viendo una cosa clarísima y los jueces están viendo todo lo contrario. Nuestro representante llevó todo el peso del combate, acertó los golpes más claros y parecía el claro ganador… pero en ningún momento los jueces pensaron de esa manera. Derrota clara (según los jueces) y medalla de bronce. Que a ver, no es mala, pero se merecía haber pasado a la final. En fin.

En voley playa, Liliana Fernandez y Paula Soria jugaban octavos contra unas peligrosas suizas. Estuvieron a punto de llevarse el primer set, estuvo muy igualado hasta el final ,pero cayó del lado suizo y en el segundo set no hubo mayor historia. Se peleó pero no se pudo. Y es una gran pena porque este era el último partido olímpico de Liliana, una deportista que aunque no nos ha dado ninguna medalla, nos ha dado unas muy buenas tardes de voley con su compañera Elsa Baquerizo. Muchas gracias por todo, nos ha hecho disfrutar mucho.

Y hoy no tengo muchas ganas de comentar nada más por el mal cuerpo que me ha dejado lo de Carolina. Recuento de medallas: 1 oro, 2 platas, 5 bronces y 1 desconocida por disputar. Seguimos.

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