Es importante aclarar el año porque la
primera temporada de la serie data de 1963, casí nada. Y es que es
la serie más longeva en la historia de la ciencia ficción, 751
episodios a día de hoy, a pesar de haber tenido un parón un poquito
largo. Pero hablamos ahora de la nueve serie, la que comenzó en 2005
y que últimamente estoy revisitando vía scifi channel (digital +) .
Y aguanta un segundo visionado igual que un primero, es una serie
maravillosa. Pero vamos a hacer esto un post como tiene que ser,
empezando por hablar de cuando eramos jovenes.
Me tope con el Doctor Who con unos
quince o dieciséis años cuando la emitía telemadrid. Estamos
hablando de una cadena que entonces era lo mejorcito dentro de la
Comunidad de Madrid y que emitía unos programas buenisimos y unas
series muy interesantes. Tanto es así que por comparación la serie
del Doctor me parecía malísima. Entonces tenía Star Trek la nueva
generación, Enano Rojo o Max Headroom por poner varios ejemplos y
por comparación me parecía una serie muy cutre. Estamos hablando de
la protagonizada por Tom Baker. La serie no estaba mal en sí, pero había momentos que me
desconectaban totalmente. Había un capitulo donde mandaban un tanque
a luchar con un robot gigante y se notaban que eran putos juguetes.
No maquetas mal hechas, ¡juguetes! Luego en otro capítulo
utilizaban el papel de embalar, el de burbujitas, como una protección
contra los Daleks y yo flipaba en colores. Si no hubiera estado
rodeada del resto de series seguramente le hubiera dado más
oportunidades, pero por desgracia le toco bailar con la más fea, así
que me vi unos cuantos capítulos pero nunca me convertí en fan-fan.

Así llegamos a este nuevo Doctor Who,
que empece a verla por verla. En plan, bueno, parece que no hablan
mal de ella, pero seguro que no es nada especial. El primer capítulo
Rose no me apasiono nada, tenía buenas ideas pero tampoco iba muy
alla, era la típica locura británica con mucha intención y sin
demasiada chicha. El segundo capítulo, en el que viajaban al futuro
para asistir al fin del planeta Tierra ya era harina de otra costal.
Tenía cosas muy originales, un argumento interesante y un final de
esos que te dejaba pensando en lo que había pasado durante el
capítulo. La cosa prometia, Los siguientes capítulos no estaban
mal, pero no fue hasta el sexto donde me rendí completamente a sus
encantos. Este capítulo narra la historia del último Dalek que intenta buscar un sentido a su vida mientras va arrasando
todo lo que encuentra a su paso. Es un capítulo emocionante,
intenso, profundo y que te deja con el corazón totalmente encogido.
Es una maravilla que muestra donde esta la fortaleza de esta serie:
en los guiones. Porque el punto cutre lo sigue manteniendo, todo
parece rodado con cuatro duros (no siempre, pero si muchas veces),
pero la intensidad que hay en cada guión es tremenda.

Pero lo mejor es cuando te vas dando
cuenta que todos esos capítulos independientes en realidad comparten
una trama común que ha permanecido casi invisible y que converge en
un final de temporada totalmente espectacular y que te hace mirar
todos y cada uno de los capítulos con nuevos ojos. Y eso que la
serie esta llena de deux-ex-machina brutales, pero es parte del juego
de la misma.
El Doctor Who es una serie excepcional
que sorprende y emociona en cada capítulo. Ahora estoy con la
segunda temporada y estoy totalmente encantado, es maravillosa.
Recomendadísima. Al principio cuesta cogerle el tranquilo, pero una
vez inmerso no podrás escapar de ella.
En la TVG también emitieron por las tardes la vieja serie y hubo quien mandaba postales para que la continuasen. Aunque por causa del coste del doblaje, eso decían, tuve respuesta, se limitaron a reemitirla un par de veces más hasta que se olvidaron de ella. Los encargados del Club Xabarín, un espacio infantil que aparecería tiempo después, aseguraban que obtuvo casi tan buenos resultados de audiencia como la teleserie de Batman y que solo los dibujos animados de Tarzan programado al entrar en marcha este canal la superaron.
Yo andaba en cuarto o tercero de la E.G.B., por lo que todo en esa teleserie me resultaba fascinante. Acababa de llegar a Galicia desde Alcorcón y coincidía con la emisión de varias pelis de Lobo solitario (quizás parte de otra teleserie, ni idea… ¡ojalá lo recordase y ojalá que la repitan algún día!) y las primeras apariciones de John Wayne en gallego.
Está otra etapa la he visto en el Clan TV y he acabado llorando en bastantes episodios. Lo que si me pregunto es como afecta a los seguidores de la teleserie el ‘cambio’ de doctores, porque las dos épocas que yo he podido ver hasta ahora finalizaban con ese mismo tránsito espectacular en el que se atisba al nuevo doctor y el viejo conocido con el que te has encariñado desaparece. Creo que a mí me costaría aceptar ese cambio (soy un topo, un perro de porcelana, un queso seco). Ya me costo aceptar que ese del Clan TV no llevase bufanda y estuviese medio calvo… En cambio, la mujer es probablemente lo más bello que jamás se han atrevido a poner dentro de un televisor. Nada que ver con las enfermeras, soldadas y profesoras de la vieja etapa.
[Más locura, persiguiendo reminiscencias]—> Cuando me metí en la universidad cogí una optativa solo porque el tipo se parecía al Doctor Who de la bufanda y el abrigo. ¡Tenía y tiene todavía el mismo color y disposición de dientes! Por cierto, acerte de lleno al escoger esa clase a la que nadie quería apuntarse.
Cierto, también me he ido enganchando poco a poco (aún no he visto el final de la primera temporada) y corroboro que lo que esta serie tiene es unos guionistas que creen en lo que explican y no toman al espectador por tonto (aunque también cuentan con que no hagan demasiadas preguntas, la verdad).
Tengo curiosidad por vivir mi primer «cambio de Doctor», a ver qué efecto me produce.
También hay que decir que es increible cómo se las han arreglado para que una serie con tanta «continuidad» (TM Marvel) no esté en absoluto ahogado por ella. La puedo ver sin haber visto ni uno solo de los capítulos antiguos!
Os aviso que las temporadas del Doctor Who empiezan flojillas y siempre acaban con espectacular zambombazo. La segunda es muy entretenida, tierna y encima Tennant es Dios, pero nada llega a la altura del inmejorable desenlace, uno de esos momentos televisivos inolvidables que se recuerdan en décadas posteriores. La tercera empieza flojilla, pero se anima hacia la mitad, y algún episodio es memorable de todas todas (estoy hablando de Human Nature + Family of Blood, uno de los mejores de la serie y de lo que yo he visto en televisión en años). Tras otro gran y espectacular final de temporada (del que muchos guionistas de tebeos tendrían que aprender cómo se acaba una saga), la cuarta empieza flojilla otra vez hasta que Steve Moffat se marca un episodio doble (Silence in the library + Forest of the Dead) genial con un final absolutamente increíble y Russell T. Davies se curra otro final de temporada de fanfarria y explosiones que huele a despedida, pero bien hecha.
Vamos, la envidia que tengo pensando en lo que os queda por disfrutar…
Para mi lo mejor de la primera temporada, el «¿Donde esta mi mamá?» Sencillamente escalofriante.
El episodio de la primera temporada me dejo impresionado. Me puse a pensar de donde venia ese Dalek. Y lo descubrí en la 3 temporada. En el episodio Dalek in Mahattan. Si observais al final se marcha en un viaje del tiempo huyendo del Doctor. ¡IMPRESIONANTE!