Empezaba el día hoy con bastante mala leche. Nada más levantarme me pongo a visionar todo lo que mi vídeo había acumulado durante la noche y con un pasmo de narices veo como Paquillo se queda clavado en la prueba de los 20 Km marcha. En el momento decisivo de la prueba , cuando había que meter el turbo sus rivales fueron para alante y Paquillo ni cambio de ritmo ni nada, simplemente se quedo ahí. Y así le paso que quedo séptimo, una de nuestras más firmes esperanzas de medalla, y no de cualquier color, de oro ha hecho el ridículo. Cuando llegó a la meta y se puso a hablar con el comentarista tenía un cierto aire entre chulería y decepción que no dejaba claro que pasaba exactamente por su cabeza. Eso sí, reconocía que la había cagado de todas, todas. Bueno, al menos cierto grado de sinceridad, no se ve en todos los deportistas.
Así que imaginaros que es lo que pasa por mi cabeza cuando empieza la prueba de puntuación en ciclismo en pista y el comentarista empieza que tenemos al máximo favorito para ganar el oro. Encima va trascurriendo la prueba y nuestro Llanera no hacía nada de nada. Mientras el resto se ponían a arañar puntos de aquí y de allá, nosotros cero puntos. Y entonces el comentarista se pone a hacer cuentas de la lechera y a decir que si nos escapamos y cogemos una vuelta y puntuamos y tal nos ponemos a tiro de medallas. Siguen los cero puntos y yo con un mosqueo de tres pares de narices porque estaba viendo que nos estaban vendiendo la burra por enésima vez e íbamos a acumular otro fracaso más en nuestro casillero. Nada, nada, nada… y de repente se pone a tirar, se escapa del grupo acompañado de otro ciclista, gana un sprint y le mete una vuelta a todo el grupo. En un instante pasa de ser último a ser segundo y la cosa no terminaba ahí, disputaba los sprints y a la mínima salta otra vez se escapa con otro grupo y recupera otra vuelta. Primero, quedan pocas vueltas y se dedica a controlar a sus rivales. Cuando faltan tres vueltas se pone a saludar a la grada, ¡habíamos ganado el oro! Increíble, pero cierto, Llanera ha hecho lo que ha querido cuando ha querido, tenía la prueba controlada de principio a fin y ha sabido atacar en el momento justo. ¡Qué alegría! Por fin alguien que no nos decepciona y que por fin hace avanzar nuestro medallero. Cinco días sin ganar medalla eran demasiados, pero se acabo la sequía, porque mañana ganamos dos más fijas, pero eso más adelante.
Unas pocas horas de que Llaneras nos diera una alegría inmensa, Phelps nadaba la final de cien metros mariposas en post de su séptimo oro. Esta vez no ha habido record del mundo, la cosa ha estado reñida de verdad y Phelps ha ganado por el pelo de una gamba. Ha habido reclamaciones y todo e incluso viendo la carrera uno no tiene claro quien es el ganador. Echarle un vistazo e intentar adivinar quien toca primero. Pero séptimo oro, ya solo queda uno, al menos esta ha tenido su intringulis, porque parece que el de mañana lo van a ganar antes de tirarse del trampolín (es un relevos por equipos). La verdad es que cuando se hacen estas cosas tan fáciles pierden gran parte de su gracia.
Atletismo. Hoy no había españoles… he dicho que NO había y si NO había pues NO había, ¿vale? Lo que importaba era la final de los 100 metros, donde ayer Usain Bolt ya se había exhibido y donde en semifinales hizo un crono de 9,85… ¡parándose! Escalofriante. Pero la final una de las cosas más increíbles que he visto en mi vida. Usain salió penúltimo, pero se comió a todos su rivales en menos de 50 metros, en los 70 se dió cuenta que estaba solo, en los 80 empezó a frenar y en los 90 agitaba los brazos sabiendo que había ganando. Aún así, sin correr a tope, Usain Bolt batía el record del mundo. Admirad la espectacular carrera y atentos al minuto 1:40 donde dos espectadores chinos se convierten en los hombres más felices de la tierra. Que cosa más grande dios mio.
Y nuestras chicas del tenis, ¡grandiosas! Virginia Ruano y Anabel Medina se han metido en la final del dobles femenino tras ganar en dos sets a una pareja muy correosa de chinas que no daban su brazo a torcer, pero es que nuestras tenistas son muy grandes. Eso sí, el partido en directo en teledeporte, nada de emitirlo en la primera ni en la segunda. Es más, hasta ahora las chicas no han conseguido ni un solo minuto en directo por la primera a pesar de tener ya la medalla en el bolsillo. Y me parece que ni la final va a ser posible, porque es posible que coincida parte de su partido con el de Rafa, y claro, no es lo mismo. Ojo, que Nadal se merece todos los honores, pero las chicas también, que su oro vale exactamente lo mismo. Encima van a jugar un partidazo ya que sus rivales son las hermanas Williams, dos maquinas de hacer tenis. Va ser una gran final, y estoy seguro que lo van a dar todo, como Rafa. Que dos medallas más ricas vamos a ganar mañana.
Y me falta el baloncesto, donde parece que hemos hecho el ridículo al perder por 37 puntos de diferencia. Y el parece lo digo porque es un partido que teníamos que tirar sí o sí. De acuerdo, escuece la paliza, pero prácticamente no nos jugamos nada (el cruce es casi el mismo siendo primero o segundo de grupo), no mostramos nuestras cartas y nos arriesgamos a una lesión estúpida. Para mi este era el partido para perder y suena duro, pero de vez en cuando hay que perder un partido para lugar llegar hasta la final más descansado. Para mi lo que ha pasado hoy ha sido simplemente un borrón sin importancia, el éxito de esta selección lo mediremos con el color del metal que se cuelguen, no con un partido que no vale para nada. De todas maneras estoy sorprendido por la cantidad de palos que le esta metiendo la prensa y la gente en internet. Ponen a parir de vuelta a media a Aito, a la selección y a todo el mundo… ¡y todavía no ha pasado nada! ¿Luego que hacemos? ¿Sí ganamos el oro alguien pedirá perdón? Lo dudo. Lo que importa es el cruce de cuartos, ahí ya podremos meter palos sin problemas, pero ahora es totalmente absurdo.
Y mañana va a ser un gran día. Dos medallas fijas y a lo mejor cae alguna otra más, como la de Marta Dominguez en el 3000 obstaculos o la de Gervasio Deferr en gimnasia. Nos espera un largo día con el culo pegado al sofá.