Disparados hacía la gloria olímpica

Madre mía que día más intenso en emociones, en triunfos, en medallas y en todo. De los que te hacen sentir con el corazón desbocado en cada momento… desde el sofá de tu casa, claro. Es decir, ellos se esfuerzan físicamente y tu les complementas psíquicamente, es buen trato, ¿no?

El día empezaba muy temprano con el piragüismo, aunque bueno, no se si lo he dicho anteriormente aún pero las 9 de la mañana (10 hora española) como que temprano no es. Es de buena mañana y es un horario algo extraño para los británicos que a esa hora ya están más que desayunados… Que me desvío, que piragüismo, que teníamos tres españoles en diferentes pruebas (David Cal no, que han eliminado una de sus dos distancias): Saul Craviotto, medallista hace cuatro años aunque en otro modalidad, Sete Benavides y Teresa Portela. En sus respectivas series de calificación quedaron los tres primeros que fue como, vaya, con que fuerza empezamos la mañana. Pero en las series de semifinales volvieron a confirmar su buen estado de forma quedando en segundo posición… ¡los tres! Vamos, que calcaron su comportamiento. No sé que posibilidades exacta de medallas tenemos, pero no es descabellado pensar que algún tiene que caer. Sera mañana, tempranito y sera otra fenomenal manera de empezar el día. Sobre todo porque vamos a correr tres finales que es como algo insólito para nosotros. Que barbaridad lo que esta haciendo nuestro piragüismo en estos juegos.

Entre medias el taekwondo volvía a escena. Si ya habíamos conseguidos dos medallas como dos soles, ¿quién nos iba a decir que no podíamos con una tercera? Nicolás Garcia, en la categoría de 80 kilos comenzaba su desafío olímpico y su primer rival iba a ser un iraní doble campeón del mundo, ahí es nada. El combate comenzó inquietándonos con un un primer asalto con un 0-1 a su favor. No tardo mucho Nico en cambiar las tornas, con una buena patada a la cara. El tercer asalto también fue fácilmente dominado por nuestro representante y el pase a cuartos de final asegurado. Derrotar a todo un campeón del mundo, ¿qué nos esperaría en siguiente ronda?

Las chicas de la vela de la clase Elliot disputaban hoy la semifinal contra Rusia, un duro rival que ya las había vencido en la ronda preliminar. En la primera regata las chicas no podían hacer otra cosa que ir a rebufo de las rusas y conformarse con ir detrás boya tras boya. 0-1 para ellos. En la segunda regata (era al mejor de 5) se invirtieron totalmente las tortas y fueron ellas las que fueron chupando nuestra popa (pido perdón por estas descripciones tan burdas de algo terriblemente complejo y tan bonito como la vela) y pusimos el empate en el marcador. Y entonces los elementos decidieron abandonar a nuestra embarcación a su suerte y en el campo de regatas dejo de soplar el viento. Como el calendario olímpico va tan apretado la final se tiene que disputar mañana sí o sí y quedaban todavía por disputar tres regatas. Se daba un tiempo de margen para que volviera Eolo, pero sino la clasificación para la final era de Rusia, que había cosechado mejores resultados en la ronda de clasificación. Una decisión un tanto injusta, clasificarte sin disputar. El tiempo corría y parecía que todo estaba decidido pero la organización decidió cambiar la prueba a otro campo de regatas donde si había viento. Así que la tercera regata se disputo, pasando en cabeza Rusia por la primera boya, con 13 segundos de ventaja. Todo cambio en la segunda boya donde las españolas les distanciaban por tan solo 5 segundos. La misma distancia que en la tercera boya que aumentaron tres segundos más al pasar por la línea de llegada… ¡habíamos ganado la tercera regata! Al llegar a puerto las chicas estaban contentas pero concentradas en las dos regatas que les restaban por discutir. No, no, les dijeron, ya estáis clasificadas para la final. ¿Cómo? Sí, sí, no se van a disputar más regatas, habéis vencido y pasado a la final. Las chicas no se lo creían pero la verdad es que mañana sábado disputaremos la medalla de oro contra
Australia que también nos venció en la ronda previa como Rusia. Pero, ¿acaso no podemos ganarla?
Las regatas de esta clase son emocionantísimas, puro uno contra uno con una llegada de foto finish en la otra semifinal. Merece mucho la pena verlo.

El segundo rival de Nico en taekwondo era británico y por lo tanto contaba con todo el apoyo local. Su palmares tampoco era manco, campeón de Europa ese mismo año, por lo tanto otro duro rival. Los dos primeros asaltos estuvieron igualadisimos, 0-0 y 1-1, ninguno se imponía claramente sobre el otro. Pero nada más empezar el asalto Nico le arrea un patada en la cara a su rival que le otorgaba una gran ventaja. A partir de ahí poco fue capaz de hacer su rival que solo pudo propinar un golpe de 1 punto y que no encontró manera de atacar a nuestro representante. Paso a semifinales, que pase el siguiente.

En natación sincronizada hoy era la segunda y última rutina de la final por equipos. Partíamos en tercera posición con una clara desventaja frente a las Chinas y la medalla de plata era posible pero muy complicada. Nuestras chicas hicieron un extraño sacrificio: se cortaron sus largas caballeras (lo hizo un peluquero, no es nada dramático) para que sus cabezas pudieran llevar unos gorros especiales que formaban una única pieza con el bañador. Un gesto que demuestra que a la hora de ganar son capaces de casi cualquier cosa pero que tampoco terminamos de entender mucho aquí mi señora y yo. Por más que ella me preguntaba si no era posible nadar con los pelos de otra manera, yo no era capaz de dar una respuesta, pero que la cosa quedaba muy efectista, y en este deporte donde los jueces deciden, cualquier elemento puede suponer una centésima más o menos. Pero a lo que íbamos, la rutina les salia a las nuestras bastante bien, estupenda, maravillosa. A mi me gusto y ese es todo el juicio que puedo emitir. Lo de las chinas no me gusto demasiado, me pareció algo soso, pero tengo cero conocimientos para juzgar nada realmente (eso sí, lo de las rusas espectacular, es una gozada verlo). No sirvió de nada el esfuerzo, el corte de pelo ni el bañador de escamas, las chinas se impusieron por casi un punto de diferencia, una ventaja bastante grande. Bueno, un bronce es un estupendo resultado y un magnifico premio a todo el trabajo realizado. Que todos queríamos más por supuesto, pero lo que no puede ser, no puede ser. Dos medallas de la sincronizada supone un 100% de resultados, así que no se les puede pedir nada más. ¡Fantásticas!

El tercer rival de Nico era un italiano campeón olímpico en los juegos Pekín… parece broma, pero es en serio, rival campeón tras rival campeón. 0 – 0 en el primer asalto, ni un solo error entre ambos contendientes. Segundo asalto, Nico impacta un golpe en el cuerpo del rival a los 13 segundos del asalto, llevamos ventaja. El resto del asalto sigue la misma tónica, están muy igualados y ninguno es capaz de alcanzar a su rival. Ventaja mínima. Tercer asalto, parece que la tónica no va a cambiar y por más que lo intente el italiano la defensa española es perfecta. Pero el italiano logra hacer contacto a falta de 19 minutos para el final. Esto va a acabar en empate, pero Nico contraataca y logra un punto a falta de tres segundos. ¡Victoria y medalla segura! A la final.

Lo del baloncesto. Primero lo positivo: el resultado, hemos ganado. Perfecto. Hemos pasado a la final, medalla asegurada. Más perfecto. Objetivo conseguido.
Y ahora vamos con todo lo demás. La competición que esta realizando España en estos juegos no me ha dejado con un buen sabor de boca. En la primera mitad del partido de hoy han vuelto a realizar ese juego mediocre al que por desgracia ya nos tiene acostumbrado. Una parte culpa de los jugadores, con una puntería más allá de lo infame (7 canastas de juego en 2 cuartos, ¡7!) y otra por parte de Scariolo que muchas veces no entiendes cual es su labor en el equipo ya que ni sabe realizar cambios ni pedir tiempos muertos ni nada. Todo cambio en el segundo tiempo, donde se movió el banquillo en serio y donde jugadores condenados al ostracismo como Felipe Reyes nos sacaron las castañas del fuego. Vamos, que la victoria ha sido merecida, porque Rusia jugo de pena, pero de autentica pena. Pero eso no quiere decir que este muy contento de lo que ha pasado ni en este ni en anteriores partidos. Esta España esta de capa caída, pidiendo a gritos un cambio de ciclo. No sé si a jugadores como Navarro o Pau le quedan muchos kilómetros en el cuerpo, pero a Scariolo le quedan muchos menos, los partidos los ganan los jugadores por su cuenta y su intervención cada vez es más anecdótica. En el último europeo que ganamos paso más o menos algo parecido, España jugo mal, fatal, pero Navarro se encontró en el mejor momento de forma de su vida y decidió que el solo podía ganar el europeo, y lo gano. Pasara mucho tiempo hasta que veamos un partido tan espectacular de un solo jugador como el de semifinales de aquella competición. Así que si solo miramos el resultado, ni una pega, si miramos como se desarrollan los partidos, cuesta mucho estar contento.

Por otro lado la derrota con Brasil me sigue pareciendo algo horrible. Hoy he leído a muchos periodistas metiéndose con otros en plan «¿quién es el listo ahora? ¿veis como teníamos que haber perdido para llegar a la final?» Pues no, había otra opción, ganar a Brasil y ganar a los USA en semifinales. Pero si ya tenemos asumido que nos van a ganar sí o sí y que competimos para ser el primero de los perdedores, ¿qué más da ganar la plata o el bronce? Si vas con mentalidad perdedora lo que eres un perdedor. Además, no se puede alabar el comportamiento ejemplar de todos nuestros deportistas cuando ganan («no solo son grandes deportistas, también son grandes personas») y luego entrar en un juego de trampas y componendas. En la anterior Eurocopa de fútbol todo el mundo alabo que no jugáramos sucio contra Croacia para eliminar a Italia. Pero claro, porque ahí los favoritos eramos nosotros y entonces podíamos permitirnos esos lujos. Vamos a ver como ha tratado un periódico deportivo los dos temas:

Mientras que la estrella de fútbol no se mancha, la estrella de baloncesto (que también tenemos) elude a los americanos. Si es que somos de un listos. Al final mucho hincharse la boca de espíritu olímpico y a la primera que podemos nos lo pasamos por el forro. No me ha gustado nada y es la medalla que menos alegrías me va a dar. Sobre todo porque estos jugadores nos han dado unas tardes de gloria maravillosa y les debemos mucho. Pero así no, así no.

En la final de taekwondo a Nico le toco un argentino y solo era campeón de los juegos panamericanos, no parecía tanto al lado de los anteriores. Pero el argentino seguro que echo un vistazo a quién había ganado nuestro chico y dijo, ojo, que este arrea y adopto una técnica ultradefensiva a lo largo de todos los asaltos. 0-0 en el primero, 0-0 en el segundo y cuando parecía que el tercero iba a acabar de la misma manera, el argentino soltó la pierna y fue capaz de alcanzar a Nico a falta de 24 segundos del final. Era imposible remontar, la defensa argentina era perfecta. Medalla de plata… un momento, ¿para eso has estado construyendo toda esta tensión narrativa a lo largo del post? Pues sí, primero porque cuando empecé este a escribirlo todavía no había transcurrido el combate final y segundo porque una plata, al igual que un bronce, me parece tan meritorio como un oro. No podemos estar tristes por un oro arrebatado por un detalle puntual en un momento concreto, sobre todo porque no ha sido un detalle puntual. Han sido años de lucha y entrenamiento y varios combates ganados hoy. Se merece todos los honores. Al igual que los representantes de este deporte, los tres que han acudido han conseguido medalla, ¡un espectacular resultado! La federación debe estar orgullosa por las elecciones realizadas. Menudos taekwondistas que tenemos.

Y hemos llegado al final. Hoy han caído dos medallas más y hemos asegurado otras dos, haciendo un total de 15. Aquí el menda pronostico al principio de los juegos no más de 10 medallas y nuestros deportistas se están encargando de cerrarme la boca a golpe de metal. Pido disculpas por tan erróneo pronostico y me alegro un montón de haber fallado tan miserablemente. Ojala mañana sigan demostrando más y más mi equivocación. Porque tenemos piragüismo y balonmano y Ruth Beitia y la marcha y vela y digo yo que algo más tendrá que caer. Va a ser otro día de infarto. La felicidad es esto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *