Este es uno de esos partidos donde el resultado habla por si solo: 7-1. No ha sido un resultado casual ni puntual, no es que Alemania haya hecho hoy el partido de su vida y haya pillado en horas bajas a Brasil. Lo que ha pasado es que un equipo alemán normalito, jugando a su ritmo y sin apretar demasiado ha pasado como un rodillo ante un Brasil que no ha jugado a absolutamente nada en todo el Mundial. En 25 minutos, el rey Brasil ha quedado absolutamente desnudo con un 5-0 arrollado alemán. El resto de partido ha sido una lenta tortura hasta el pitido final.
El gran culpable de esto es el entrenador Scolari. Ganó el mundial con Brasil en 2002 y tras entrenar durante unos cuantos años a Portugal y al Chelsea, volvió a la selección brasileña en 2012 para hacerla campeona en este mundial. Se le dió carta blanca para hacer lo que quisiera con el equipo y tras la victoria en la pachanga de la confederaciones, se reafirmo más en sus ideas. Scolari es un entrenador que se ha mourinhizado y solo le importa la victoria por encima de todo. No quiere para nada que sus jugadores jueguen un fútbol bonito y ha elegido a los que mejor se adecuan a su idea de juego: equipos que controlen los partidos y que metan goles a la contra.
Estos días incluso se había inventado una conspiración en la que decía que había una mano negra que no quisiera que ganaran el Mundial…
Brasil pidió organizar un mundial sin pensar lo que se le estaba viniendo encima. Ser favorito para ganar el mundial y anfitrión a la vez es una de las presiones más grande que puede sufrir un grupo de trabajo y el miedo se palpaba en la cara de todos los jugadores. Lo peor de todo es que Brasil ha abandonado ese estilo de juego tan maravilloso que le ha caracterizado toda su vida, el Jogo Bonito, y eso es la mayor desgracia que ha caido sobre nuestras vidas. Podéis llamarlo karma, destino o lo que queráis, pero era una verguenza que Brasil ganara un mundial jugando así. Y por supuesto no lo podía ganar de ninguna manera. Así NO.
La verdad es que era el mundo al revés, Brasil abandonando el jogo bonito y Alemania copiando el juego de España del toque y la presión arriba.
Me alegro también por todos los que decían después de caer España que ese tupi de juego estaba acabado.