Percy Jackson y el ladrón del trueno

Percy Jackson es un joven muy especial, ya que es solo medio humano. Su madre es una persona normal y corriente, pero su padre es un… ¡dios griego! Sí, sí, de los griegos de toda la vida. Poseidon, para ser más concreto. Y Zeus esta enfadado porque alguien le ha robado el rayo, como suena. Y no se le ocurre otra cosa que acusar al hijo de Poseidon porque… porque… sino no hay película. El tema es que todo el mundo cree que ha sido el chaval y con todo el mundo digo toda clase de criaturas mitológicas. Y así es como Percy se enfrentara a las fuerzas diabólicos para descubrir quien ha sido realmente el ladrón del rayo.

Y antes de seguir con la película, quiero hacer un pequeño inciso llamado «Porque odio a Harry Potter». Efectivamente, no me cae bien por una sencilla razón. Eres un mago poderoso de la hostia, de esos que eres capaz de enfrentarte a enemigos de nivel +20 sin despeinarte… ¿y vas al instituto? No me jodas, ¿dónde esta la gracia en eso? Recorre mundo, vive aventuras, haz algo con tu poderes, pero no seas tan idiota de seguir estudiando en un instituto. Es el mal de las historias fantásticas modernas, que todos los seres con poderes van al instituto. Si fuera yo un vampiro me ibais a mi a ver por clase… ¡y una mierda! Pero en el caso de Harry Potter aún es peor: llevemos al mago al que todos las fuerzas del mal quieren aniquilar al instituto donde van todos los magos, para que lo tengan perfectamente localizado. ¿Y qué ocurre? ¡Qué le intentan asesinar varias veces! ¡Sorpresón! En serio, hay que ser muy hijo de puta para no adiestrarle en secreto y esas cosas. Deberían aprender de los verdaderos Libros de la Magia. En la primera serie te enseñan como tiene que ser el verdadero aprendiz de un mago sin institutos ni mierdas. Y dicho esto, volvamos a la película.

Percy Jackson es una película destinado a un público mayormente juvenil. Es sencilla, bastante plana y que va directa a la acción siempre que puede. No engaña, es lo que es, tres adolescentes con poderes viviendo aventuras y luchando contra las hordas infernales. Esta muy lejos de otras propuestas más adultas y complejas en la que los protagonistas van al instituto. Bueno, aquí van a un campamento como de verano, ¡pero a luchar y a pegar hostias! ¡Cómo tiene que ser! No a jugar gilipolleces en donde da igual los goles que marques, que gana el que atrapa el melocotón volador. Asi que solo por eso me ha gustado mucho. No la pondría en ningún ranking ni top personal, pero es que las películas destinadas a un público semiadolescente deberían ser todas así. Mucha acción, un pequeño toque de mitología para inculcar un poco de cultura en nuestros jóvenes, y una historia sin complicaciones. Antes se hacían las películas así, uno iba a ver una película de acción y se encontraba con… ¡una película de acción! Ahora todo es una historia de amor enfrascada en una trama fantástica con cinco minutos de pelea para justificar el presupuesto en efectos especiales. ¡Estafa! A mi que me den Perseo Jackson y que se metan el resto de películas por donde les quepan.

¿Y sabéis lo mejor? Podéis tener todos los pensamientos impuros que queráis sobre la protagonista y no sentiros culpables porque es… ¡mayor de edad! Chupate esa Harry Potter. ¡Segunda parte ya!