Hoy estoy emocionado y con ese gusanillo en el estomago que se queda cuando las cosas salen bien. No es solo por las cuatro medallas, que sí, sino por haber llegado a la recta final de los juegos con posibilidades en muchos deportes. Desde siempre, en casi cualquier competición entre países, los españoles llegábamos a los últimos días sin nada que hacer, preocupados más que nada en hacer las maletas. Este año sin embargo no solo llegamos a la final de la Eurocopa, sino que el último día de los juegos nos estamos jugando medallas en finales. ¡Así da gusto! Vamos, vamos, que hoy hay paletadas de medallas.
Quinto oro de la delegación española y la tercera medalla del piragüismo. Encima una de esas de las inesperadas, de las que saben a gloria porque no entraban en ninguna quiniela. Saúl Craviotto y Carlos Pérez se enfrentaban en el K2 en 500 metros a una pareja alemana que llevaba la friolera de siete años sin perder. Absolutamente nadie apostaba por su derrota, pero los españoles ya habían estado cerca superarles en la única prueba que habían corrido juntos (formaron la pareja en octubre, esta es su segunda prueba oficial) pero en el sprint final los alemanes les habían superado. Hoy, nuestra embarcación salió como una flecha en los primeros metros, como una bala y sin bajar un segundo el ritmo se colocaron primeros sin ningún problema. Nadie les inquietaba hasta que en los últimos metros de nuevo los alemanes aparecieron como un flecha. Le recortaron tanto que la llegada fue casi de foto finish y los españoles ya estaban celebrando con mucha alegría la plata obtenida. Según cuenta ellos pasaron dos minutos antes que uno de ellos miró al marcador con los resultados oficiales y entonces se encontraron con la más grata sorpresa: ¡habían quedado primeros!
Encima es uno de esos casos en los que la federación estuvo dudando si mandarlos a ellos o a otra pareja española que también tenía buenos resultados. Al final han acertado de pleno y nos han dado un metal que convierte a los juegos de Pekin en los segundos más exitosos del deporte español, ¡bravo!
La segunda medalla del piragüismo la había ganado unos instantes David Cal, otra vez de plata. La verdad es que venia para llevarse dos oros, pero al final no ha sido posible. Hoy se ha vuelto a encontrar con otro rival que le ha vuelto a dejar clavado y el propio David ha reconocido que las fuerzas no le daban para más. No es una excusa barata, al salir del agua le entro una pajara de esas que le entran a los ciclistas y prácticamente le tuvieron que llevar en brazos al podio, donde vomitó en medio de la ceremonia.
Esta claro que lo ha dado todo y que no ha podido más. Ha sido una pequeña decepción porque aspiraba al máximo, pero para nada se puede considerar como mala la actuación de un deportista que se ha alzado con dos platas. Lo ha dado todo palada tras palada y simplemente ha habido dos contrincantes que han sido mejor que él. Una pena, pero un bravo por nuestro David, que todavía nos tiene que dar otras dos medallas más dentro de cuatro años. Seguro que entonces sí logra que sean del metal más preciado.
La segunda plata del día, la de la natación sincronizada estaba cantadisima, como ya contamos con la del dúo que ganaron Mengual y Fuentes. Aún así, había que tirarse al agua y clavar el ejercicio, un ejercicio que sin los años de trabajo no se hubiera podido realizar. Es decir, estaba cantado que era plata, porque durante estos cuatro años habían realizado el trabajo necesario para ser segundas y por ello se lo merecen. Han hecho un gran ejercicio que daba gusto verla y es una plata como una catedral, ya que hace años fuimos cuartas. Lo de ser primeras ya es harina de otro costal, porque las rusas han obtenido un 10 en su prueba de hoy y ante eso es imposible hacer nada. Su ejercicio no es tan vistoso como el nuestro (a mi entender) pero roza la perfección y no te extraña que le caigan esas puntuaciones. La verdad es que la entrenadora española ha dicho que su próximo objetivo es ser primeras y eso si que sería espectacular. Sea como sea, bravo por ellos, lo han hecho fantástico.
Y la cuarta medalla ha tenido cierto sabor desagradable. Ha venido en hockey hierba, en la final donde hemos caido derrotados por 1-0 ante Alemanía. La verdad es que ha sido un partido «asqueroso» Los alemanes me han recordado a cuando los italianos se pone a hacer en fútbol el «catenaccio», que es ese estilo en el que todo el equipo más que jugar destruye el juego y dejan a un tipo arriba para ver si toca la flauta. A ellos les ha funcionado durante años y hoy a Alemania también. ¡Qué mal han jugado! No atacaban, no les gustaba hacer jugadas, no hacían nada sino impedir que España jugara y punto. El gol ha llegado en una jugada de penalty-corner, porque en jugada normal hubiera sido muy raro (aunque han tenido dos muy claras). Lo he pasado muy mal viendo este partido, porque era lo que se llama un partido de mierda y al final pues nos podía ser de otra manera, nosotros tocábamos
para jugar, no para plantarnos atrás y meter palos a diestro y siniestro. Han hecho un gran campeonato nuestros chicos y la plata es un gran premio, es una pena que no se haya podido rematar, pero han jugado estupendamente. Hay que estar orgullosos de ellos.
En cuanto al resto de los españoles, mencionar que Almudena Cid ha quedado octava y que hoy se lo tomaba todo más relajada, sin las lagrimas que soltó ayer (o al menos no tan de «cocodrilo»). Al final ha quedado octavo, diploma. Como era lo que venía a hacer a estos juegos pues todos contentos, y es que no es necesario ser bocazas y así no creas falsas expectaciones en los demás. Lo que nos lleva al atletismo donde no es necesario ni contar lo que ha pasado. Al menos alguno de nuestros deportistas parece importarle de verdad su fracaso, como el caso de Ruth Beitia, donde con ojos llorosos explicaba que no sabía que le había pasado y que había tirado una gran oportunidad. Al menos sinceridad, nada de lo ha hecho bien ni ha sido perfecta. Estas cosas se agradecen.
Y mañana se acaba todo el espectáculo. Nos jugamos medallas, el bronce en balonmano y el oro en baloncesto. Atentos a este partido que puede ser el último para una generación que dudo yo que vuelva a acudir en masa a este tipo de eventos, ya que sus equipos de la NBA empiezan a estar nerviosos con tanto partido de selección, sobre todo en el
caso de Pau Gasol. Y la última opción del atletismo español, la maratón. Que aunque tenemos un buen espada como es Chema Martinez esto ya es un poco como lo de tocar la flauta por casualidad. Tarde y mal.Y mañana por la noche a descansar ya tranquilo, no me lo creo…
Bonus Track. Gracias a Jaskier por apuntarme la espectacular anécdota del día que es la siguiente:
¡Brutal! Podéis ver aquí el vídeo del momento, pero no es tan espectacular como la foto. Hay que reconocer que lo que hace el cubano es una autentica salvajada y que jamas de los jamases se debe hacer. Se ha ganado una sanción de por vida merecida, pero es que yo espero que el arbitro también se lleve algún tipo de amonestación. Porque es de una injusticia total que te lesiones, salgan a atenderte y dejen el tiempo correr para declarar ganador al otro luchador. La verdad es que ha sido una bacalada infame y no me extrañe que el cubano no haya aguantado los nervios.
Yo no se vds, pero yo he disfrutado muchísimo con estos juegos olímpicos. A pesar de que en Barcelona superamos las medallas y estábamos en casa, con toda la carga nostálgica y patriótica que eso representa, el hecho de ganar en la quinta puñeta parece duplicar la hazaña, ¿no creéis? Me ha emocionado Nadal, los de hockey, Marta Domínguez, la Cid, incluso Bolt (aunque sea un niñato en las celebraciones), y otros tantos momentos que ahora mismo no me acuerdo. Lo voy a echar de menos. Por cierto, por mucho que hayan puteado al cubano, su actitud es deplorable como poco.
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Dios mío, el basket.. que emoción… increíble, no tengo palabras