Hace unos días hablé de lo que estaba sufriendo con la selección de baloncesto en el europeo y de lo irreconocible que estaba. Tras aquello perdimos contra Turquia, hicimos un primer cuarto lamentable contra Lituania, y a partir de ese segundo cuarto y hasta la final arrasamos a nuestros rivales como el caballo de Atila. Pasamos de la nada al todo en solo unos minutos y nuestra selección terminó ocupando el lugar que le correspondía, el del oro. La verdad es que sufrí más en los primeros partidos que disfrute en los últimos, porque ganábamos de manera tan apabullante que no había mucha emoción en aquello. Ojo, que prefiero ganar de 40 que perder por 1 en el último segundo, que uno es tonto pero no tanto.
Tras la maravillosa victoria de nuestro equipo por la que todos nos alegramos, empezaron a surgir lo que yo llamo revanchismo deportivo que consiste en un periodista (aunque puede ser de cualquier otra profesión) enarbolando las siguientes frases: «¿dónde están los que decían que jugábamos mal? ¿Quienes son los que criticaban a la selección española?» Pues aquí, coño, aquí. No se puede ser tan resultadista y esperar a que ganemos títulos para enarbolar banderas. Yo soy de los primeros en criticar cuando se hace mal y en alabar cuando se hacen bien. Yo no sé que esperan cuando palmamos jugando tan lamentable: «bueno, vamos a esperar a que ganemos la medalla de oro para decir lo buenos que son, mientras alabemosles y acojámoslos en nuestro seno» A Pau Gasol le preguntaron sobre las criticas que habían recibido y contesto que les habían venido bien, les habían servido para unirse como equipo. Pues sí señor, para esos son las criticas, para que reflexionen y se pongan las pilas, a ver si piensan que la intención de la gente es hundirse en el fango.
De verdad que me pone enfermo cuando estoy oyendo la ser y Raúl marca un gol. De repente Manolo lama, el rey del revanchismo, empieza a mentar todos los calificativos que se le ocurren, a sacar números, a demostrar que él tenia razón y el resto se equivoca. Es tan humillante que dan ganas de darle dos bofetadas cada vez que Raúl falla un gol, ¿pero a qué se lo recrimina? Porque esto no se trata de sacar pecho cuando las cosas salen bien, sino de analizarlas en su conjunto. Y cuando salen mal pues se dice y cuando salen bien también. O sino, directamente mejor no habla de nada y esperar que salgan los resultados, aunque así la vida seria muy aburrida.
«Yo soy de los primeros en criticar cuando se hace mal y en alabar cuando se hacen bien»
¿Oportunista?
No, sincero.
La solución es fácil, no pongas la Ser, pon Onda Cero. Allí hablan del partido un minuto de cada diez, el resto están entretenidos charlando de sus paranoias. Del fútbol no te enteras, pero te ríes más…