Madre mía que estresante esta siendo seguir la nueva serie del Prisionero. Son solo seis capítulos pero la AMC (canal de cable americano que ha realizado la serie) esta emitiendo dos capítulos al día durante 3 días consecutivos. Y es una paranoia porque esta nueva serie ha logrado captar muchos dejes de la original y cada capítulo es intenso y lleno de detalles y diálogos que aportan mucho a la historia pero que necesitan ser meditados y reposados, como los buenos vinos. Después del tercer capítulo he tenido que frenar y mañana veré el cuarto (que es el remake de uno de mis favoritos), pero es que no puedo con este ritmo, no puedo. No entiendo exactamente que busca emitiéndoles tan rápido (¿trasmitir la misma sensación que tiene el protagonista?) pero están logrando crear un desconcierto en el espectador americano alucinante que ni entiende la serie ni sabe que es lo que esta pasando. ¡Es qué esa es la gracia! Es divertidísimo ver como algunos están planteado las mismas hipótesis que llevan años planteándose respecto al argumento de la serie y la identidad de los distintos personajes.
Estoy encantado con este remake y ya le ire dedicando varios post estos días, pero necesito reposarlo todo un poquito y terminar de verlo, porque están aportando una serie de puntos de vista bastante curiosos a la historia original. Es toda una declaración de principios este dialogo del tercer capítulo:
There is no number one. There never has been, and there never will be. The concept of the number two is an act of humility. The title reminds us all That we are all public servants, even number two. No one is number one.
Sí… pero no.
Pedro, una pregunta arriesgada para que te mojes. Yo nunca he visto nada de la serie original del Prisionero, ¿me recomendarías que la viera antes que esta, o me lío la manta a la cabeza y empiezo por lo más moderno, que me entrará más, y luego veo lo anterior en plan Biblioteca Marvel?
Para orientarte un poco, te diré que yo no había visto nada del Doctor Who en mi vida hasta enero o así, y tras recuperarlo estoy viendo capítulos de Tom Baker de primeras (o sea, sin el comodín de la nostalgia) y me están encantando.